“Desde los Alpes hasta las Pirámides.....” Es así como el escritor Alessandro Manzoni describió las conquistas relámpago de Napoleón I en el continente Europeo. Y fue así que los numerosos parientes de Napoleón fueron involucrados en las fortunas y desgracias del primer Imperio francés. El distribuyó todos los reinos conquistados entre sus hermanos y parientes: España, Westfalia, Holanda, Nápoles, Toscana...
Toscana, nuestra región, fue asignada a su hermana Elisa (Elisa Baciocchi Bonaparte), Princesa de Piombino y Duquesa de Lucca. Fue nominada por su hermano Gran Duquesa de Toscana, después de la regencia de Etruria de Maria Luisa de Borbón. Elisa llegó a Florencia en 1809. Luego de haber gastado enormes sumas de dinero en el restauración, escogió como su residencia Palacio “Pitti”, que decoró con gran gusto (hoy en día todavía podemos ver en las habitaciones reales, el cuarto de baño, localizado en la planta principal, mientras que el famoso servicio de porcelana que ordenó a Sèvres se encuentra en el Museo de la Porcelana). También el Jardín de “Boboli” sufrió modificaciones durante este período. Elisa era ambiciosa y altanera. La Gran Duquesa supo gobernar aplicando los ordenamientos jurídicos del Código Napoleónico, una copia de este código se encuentra actualmente en la Biblioteca “Medicea Laurenziana”. Elisa tuvo proyectos ambiciosos para la ciudad de Florencia y favoreció la Ciencia, las Letras y las Artes, poniendo una atención especial en la Academia de las Bellas Artes, el Bachillerato Real y la Academia de la Crusca.
La familia Bonaparte tuvo siempre un amor especial por Florencia. También la otra hermana del Emperador, Paolina, agradecida por sus estadías en Florencia, vivió sus últimos días en la capital de Toscana donde murió en 1825 (en la actual Villa Fabbricotti) atendida por su marido, el príncipe Camillo Borghese, artífice de la remodelación en estilo neoclásico de Palcio “Borghese” situado en la calle Ghibellina. Su belleza deslumbrante había impresionado al escultor Antonio Canova, que la inmortalizó en la famosa escultura de mármol conservada en la Galería Borghese de Roma.
Tras su muerte, Paolina dejó una importante parte de sus bienes a su hermana menor Carolina, la cual -después del exilio en Austria como consecuencia de la caída del Imperio Napoleónico – pudo regresar a Florencia.
Aquí compró una lujosa residencia en la Plaza “Ognissanti” (que es actualmente el Hotel Excelsior), que se vovlió el punto de reunión de los intelectuales florentinos y extranjeros. Carolina está enterrada en la cercana Iglesia de Ognissanti, bajo una simple lápida que la recuerda como esposa de Giovacchino Murat, comandante de la caballería napoleónica.
En el bracho derecho del transepto de la Basílica de “Santa Croce” se encuentra la Capilla Bonaparte, comprada por Giuseppe, rey de Nápoles, como sepultura para su hija Charlotte. Aquí reposan también los restos de su esposa Giulia y su nieta Marie-Albertine. En Florencia vivieron también otros hermanos de Napoleón: Luciano príncipe de Canino; Luigi, cuyo hijo se convertirá en Napoleón III; Giuseppe, que por cierto murió en el Palacio “Serristori” en la zona de Oltrarno (de la otra parte del río Arno), en 1844.
En 1847 se concluyó el período florentino de los “Bonaparte”, época que superó ampliamente los límites históricos de la Restauración lorenés de Ferdinando III sin provocar la roptura definitiva con el pasado.
Piazza de' Pitti, 50125 Firenze FI, Italia
Piazza de' Pitti, 1, 50125 Firenze FI, Italia
Giardino di Boboli, Piazza de' Pitti, 1, 50125 Firenze FI, Italia
Piazza Ognissanti, 50123 Firenze FI, Italia
Piazza di Santa Croce, 16, 50122 Firenze FI, Italia
Via Vittorio Emanuele II, 64, 50134 Firenze FI, Italia
Piazza di San Lorenzo, 9, 50123 Firenze FI, Italia