Florencia romana

Florencia, como ya sabemos, es famosa en todo el mundo sobre todo por el Renacimiento. Pero muchas más son las épocas que la han caracterizado, empezando por la más antigua: la época romana. 

Hay muchas huellas, sobre todo en la zona del centro histórico, que nos hablan de los antiguos orígenes de nuestra ciudad.
No sabemos exactamente cuándo (quizás en el 59 a.C.), pero sin duda fueron los romanos quienes fundaron la ciudad,  dándole el nombre de Florentia. Nos lo confirma la cuadrícula regular de las calles del centro histórico de Florencia que se corresponde exactamente con el Castrum romano. El antiguo Foro estaba situado en la actual piazza della Repubblica, mientras que el perímetro de las murallas delineaba las actuales calles Tornabuoni, Cerretani-plaza del Duomo y la del Proconsolo (una marca en el suelo de esta calle indica los cimientos de una torre que se remonta a las primeras murallas); el tramo sur era paralelo al Arno. El Cardo (actual Via Roma, Calimala) y el Decumanus (Via Strozzi, Via del Corso) se cruzaban en el centro del Foro, justo en el punto donde hoy en día se encuentra la Columna de la Abundancia en Piazza della Repubblica. Cuenta la tradición que fue Julio César, tras la conquista de Fiesole, quien concedió a sus legionarios grandes extensiones de tierra en las orillas del río Arno, pero fue bajo el emperador Adriano (principios del siglo II) cuando Florentia alcanzó su mayor esplendor.

Muchos restos fueron descubiertos en la segunda mitad del siglo XIX, cuando Florencia era la capital de Italia, y a menudo por casualidad, durante importantes obras de renovación de la ciudad como la reordenación de la zona del Mercado Viejo para crear la Piazza della Repubblica o la nueva pavimentación de la Piazza Signoria (en los años 80). Desafortunadamente, muchos de estos restos (los del foro y el templo capitolino en la zona de la Piazza Repubblica, las termas y la villa romana bajo el Baptisterio, las termas imperiales y algunas fullonicas(los antiguos comercios que se ocupaban de lavanderías y tintorerías) bajo la Piazza della Signoria, parte del Cardo de Via Calimaruzza) no son accesibles al público. Sin embargo, hay muchos otros que se pueden admirar solo bajando unos pocos escalones: la torre Pagliazza (Piazza Santa Elisabetta) convertida en un hotel, la antigua sede del Arte dei Giudici e Notai(Via del Proconsolo 16r) convertida en restaurante, bajo el Palazzo Vecchio para admirar el teatro romano, y bajo el Duomo para visitar la cripta de Santa Reparata, que se remonta a principios de la era cristiana.

Pero es sobre todo el tejido urbano del centro histórico (la trama regular del cuadrilátero, la forma curvilínea de algunas calles, como la Via Torta, que corresponde al perímetro curvilíneo del anfiteatro de la zona de Santa Croce) o los topónimos de algunas calles: via delle Terme (calle de las termas), Via di Capaccio (Caput Aquae, fuente de aguas), Via Calimala (Callis Maia, es decir calle mayor) que revelan los antiguos orígenes de Florentia. El mismo Ponte Vecchio surge donde estaba el puente romano y es aquí donde acaban de encontrarse algunos hallazgos arqueológicos en el fondo del Arno.

Desde el siglo XV, Florencia, como muchas otras ciudades, presume de sus gloriosos orígenes (el Humanismo y el Renacimiento se basaron justo en la recuperación de la cultura y el arte clásicos). A Cosme I de Médicis, como primer Gran Duque de Toscana, se le atribuye la valorización de los orígenes etruscos del territorio en un plano llamado "regional".

Si quieres descubrir los orígenes de nuestro territorio, no te pierdas el Museo Arqueológico de Florencia, donde podrás admirar algunas sublimes obras maestras de la estatuaria etrusco-romana, y la magnífica
área arqueológica de Fiesole, donde encontrarás interesantes restos romanos y etruscos.