Casi todas las familias nobles florentinas se dedicaban en la producción del vino y para descubrir cuales son estas familias es suficiente llevar contigo una guía y dar un paseo por las calles del centro de la ciudad. Mirando a los palacios del casco antiguo puedes leer los nombres de las familias como: Antinori, Capponi, Frescobaldi, Ginori, Gondi, Contini Bonacossi, etc. En algunos de estos palacios es posible ver, a la altura de los ojos, unas curiosas aberturas en forma de tabernáculo que no tienen nada que ver con la religión, porque se trata de las ventanillas del vino, ósea la abertura a través de las cuales se vendía el vino producido por las ya dichas familias nobles. Digamos que se trata de una especie de tienda en miniatura del tamaño adecuado para que pasara la garrafa de vino (23 cm x 36 cm). Hay unas 170 ventanillas en la ciudad de Florencia, algunas bien conservadas y otras casi invisibles. Casi nadie se fija en ellas, pero en realidad testimonian la larga tradición vinícola de la ciudad y de su campo. Algunas de ellas han sido restauradas hace poco y algunos de sus hosteleros han decidido revivir esta experiencia única y especial de tomar una copa de vino o un helado a través de las antiguas ventanas. Estas son las direcciones.
Para más información, visiten la página web de la Asociación "Buchette del vino".