Si vas a buscar el Viale dei Colli en un plano de Florencia no lo encontrarás, pero si pides está información a un florentino, él contestará sin duda.
Los bulevares que llegan hasta el Piazzale Michelangelo son: Viale Michelangelo, Viale Galilei y Viale Nicolò Machiavelli; los tres unen Porta Romana a Ponte San Niccolò.
El Viale dei Colli nace cuando Florencia era capital del Reino de Italia (1865), por un proyecto de Giuseppe Poggi, que en aquella época modernizó el aspecto urbano de la ciudad construyendo bulevares rodeados por árboles, plazas y palacios.
Esta parte de la ciudad se convirtió muy pronto en una de las zonas residenciales de la alta burguesía, pero los palacios tenían una característica, ósea nunca obstruyeron el panorama sobre la ciudad a los que, paseando, llegaban al mirador, el Piazzale Michelangelo.
Eliges tú como empezar el recorrido, de hecho, el punto de partida es tanto en Piazza de Porta Romana como en Piazza Ferrucci. Porta Romana, en el siglo XIV, y el mismo nombre lo recuerda era el acceso a la ciudad por la parte sud; al centro de la plaza hoy está una de las obras de arte contemporánea: la escultura de Michelangelo Pistoletto, el Dietrofront. Subiendo por el Viale Machiavelli podemos admirar las Pagliere di Boboli, depósito de la paja anexo a las Scuderie Reali (Caballerizas Reales), ambas estructuras fueron realizadas cuando Florencia era Capital.
La primera parada es el Giardino del Bobolino o, como lo llaman los florentinos i’ Bobolino, con el imponente cedro puesto al centro y marco fotográfico típico en el día de la boda. Siguiendo por nuestro camino encontramos Villa Cora, ahora hotel de lujo (entre sus huéspedes recordamos a Lady Diana), pero en el pasado era un salón literario electo.
Un poco más allá del piazzale dedicado a Galileo Galilei es posible desviar por una de las calles más pintorescas de la ciudad, via San Leonardo, pintada muchas veces por Ottone Rosai, que justo en el punto de encuentro con viale Galilei pone una placa para recordar donde se encontraba la antigua residencia de Pëtr Il'ič Čajkovskij. Recorriendo esta callecita llegamos a la iglesia de San Leonardo in Arcetri, donde al interior se preserva el púlpito proveniente de San Pier Scheraggio, desde aquí parece que habló Dante Alighieri. La via de San Leonardo llega hacia el Forte Belvedere y para bajar puedes tomar Costa San Giorgio (en esta calle vivió Galileo Galilei) o Via di Belvedere, bordeada por las tapias del siglo XIV.
Pero volvemos al Viale Galilei – nuestro recorrido principal - y antes de continuar con nuestra subida hasta el mirador, primero que todo tenemos que parámonos un momento para observar a izquierda la Cúpula de Brunelleschi (desde aquí es posible bajar por las rampas del Monte alle Croci y llegar hasta ella) y en alto a la derecha la Basílica de San Miniato al Monte.
El Piazzale Michelangelo es nuestro destino final y desde aquí el panorama compensará todos los esfuerzos. A lado del mirador hay el Giardino dell’Iris, que desde el 25 abril hasta el 20 mayo acoge los visitantes con sus colores y perfumes.
Desde el mirador empieza nuestra bajada en dirección del Ponte San Niccolò y no puede faltar una mirada a Fiesole y a la campiña toscana, llena de cipreses, olivos y pinos.
El recorrido termina en piazza Ferrucci con el Arno en frente y Ponte Vecchio unos metros más allá a la izquierda.