Florencia ha sido siempre una ciudad adelantada a su tiempo; fue la primera en abolir la pena de muerte con el Gran Duque Leopoldo en 1786. En 1853, gracias a Leopoldo II, se despenalizó la homosexualidad.
La misma familia Médici, que gobernó la ciudad del siglo XV al siglo XVII y que promovió el arte, la cultura y la tolerancia, cuenta con algunos miembros homosexuales: Papa Leone X (Giovanni de’ Medici, 1475-1521), Ferdinando II (1610-1670), y Giovanni Gastone de' Medici (1671-1737). Además en la Florencia del siglo XV y XVI ya existían ‘planos’ con los lugares donde era posible tener encuentros homosexuales.
Hoy en día el turismo LGBT puede encontrar apoyo en AITGL, Asociación Italiana de turismo gay y lésbico, una organización sin ánimo de lucro nacida en 2009, cuyo objetivo es el de convertir Italia en un país cada día más inclusivo y acogedor, proporcionando información turística, asistencia - incluso legal - y servicios especiales. Azione Gay y Lesbica en Florencia comparte el mismo objetivo y organiza en la ciudad diferentes tipos de actividades. Florencia está abierta al turismo LGBT: hay varios locales, cafés, discotecas gay-friendly: el Piccolo Café, muy popular en la comunidad LGBTQ+ organizando fiestas, aperitivos y cenas; el Queer, invita todos con sus famosos cocktails y el Crisco Club, un gay club para hombre con una clientela internacional.
Para relajarse un poco después de un día de visitas por la ciudad existe Florence Bath: una sauna única (accesible solo para hombres), acogedora y con un jardín bonito.
De la noche, además de las fiestas organizadas cada mes por el Auditórium Flog, hay otras posibilidades para divertirse: las fiestas del Fairy Gold son también muy populares, así como las del Mamamia Group que se hacen cada mes en el Viper Theatre.